Describir el municipio de Belchite lleva consigo describir dos pueblos. EL VIEJO, foto fija de una de las contiendas de la guerra civil, abandonado en la actualidad. Y el nuevo, construido de nueva planta, a pocos metros del primero, por la Dirección General de Regiones Devastadas e inaugurado en 1954. Recuerdos repartidos entre las calles de estos dos municipios. Deambular por ellas permite apreciar las diferencias de estos dos lugares que acogieron a las mismas gentes.

El olivar, con ejemplares de más de 500 años de antigüedad, bordea todo el municipio de Belchite y llena de color verde pardo los alrededores. El visitante de este municipio podrá observar todo el encanto de este bosque por el que discurren carreteras y caminos de acceso. Un paseo por estos campos de cultivo tradicional es un reconfortante regalo para los amantes de la naturaleza y la biodiversidad.

La estepa es otro de los recursos de Belchite, que cuenta con el refugio de fauna silvestre La LOMAZA y la RESERVA ORNITOLÓGICA DEL PLANERÓN. Este paisaje dibuja un horizonte diáfano en la retina del visitante, conmovedor escenario donde es posible sentir el imperioso silencio, irrumpido tan sólo por el trino de los pájaros.

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